Si bien, este fue el tercer discurso que di en ANEIC, estuvo completamente marcado por la muerte de mi amigo Jonathan Campos Rincón, quien saliendo de mi graduación, tuvo un accidente automovilístico, lo que le ocasionó la pérdida de su vida, y a nosotros su pérdida.
Trate de hacerles ver a los delegados y delegadas que la vida es corta, y debemos cuidarla y aprovecharla.
También mencioné que nos diéramos cuenta como las semillas que plantamos pueden darnos frutos; frutos que pueden ser malos, pero que también pueden ser buenos, todo depende de nosotros.
Mi amigo de la foto, Toñito, pocas personas como él. Con el, puedo decir que conocí la palabra Lealtad, pero no solo la conocí, sino que la sentí en todo mi cuerpo. El sentimiento de un valor creo que es algo que pocas personas pueden sentir; las definiciones sobrán, cuando estas hacen hechos, y para mi, mi amigo encarno el verbo en el, el valor en el, y me lo demostró. Gracias Toño, por siempre cuidar de mi, no tengo miedo de decirte lo mucho que te amo, me demostraste como las amistades pueden trascender.
Mi amiga de la foto, Kennellma. Una gran mujer; agradezco también a Dios su amistad. Es una persona confiable, humana, única. De mis mejores amigas, y amistades que se tendré toda mi vida.